JFK, ¿el hombre que sabía demasiado?
Siempre, en todas las épocas de la historia, se ha hablado de conspiraciones. De temas tabú u ocultos. De tramas o crímenes no resueltos.El relacionado con el magnicidio que acabó con la vida del carismático J. F. K. es uno de los más importantes de la historia. Su relación con el tema de los anticastristas. Su relación, tras la de su hermano Bob, con la escultural y mítica Marilyn Monroe. su postura de no implicarse en la guerra de Vietnam, "esta no es nuestra guerra " , cuando ya habían muerto varios de los asesores militares enviados por el y las empresas americanas tenían todo preparado todo para la industria armamentística. Multinacionales americanas del automovil como Ford tenían preparados los troqueles de vehículos militares y se pusieron en marcha tras la jura del Vicepresidente que presionó a la viuda, cuando la sangre de su marido no se había secado de sus ropas.
Y el otro tema que lo embolvió fue el de los extraterrestres. Kennedy tuvo la peregrina idea de dar a conocer al Mundo que en la Luna había alguien mas y que no todas las visitas de OVNIS a nuestro planeta eran pacificas. Al respecto. Esto es lo que publica elmundo.es:
La teoría de que a JFK lo asesinaron por querer revelar la ‘verdad’ sobre la presencia de extraterrestres en la Tierra no es nueva. Tampoco es la más extendida ni la más extraña (la de que le disparó el chófer se lleva la palma). Lo que pasa es que estas semanas ha vuelto a sonar porque el investigador William Lester ha descubierto una misteriosa carta en la que el finado pedía a la CIA que realizase una investigación a gran escala sobre los expedientes ovni.
Lo curioso es que está firmada el 12 de noviembre de 1963, 11 días antes de que muriera acribillado en una conspiración illuminati-cubano-mafiosa orquestada por la CIA, dirigida por su vicepresidente Lyndon Johnson y financiada por el complejo militar-industrial. ¿La curiosidad mató al gato? El documento, dirigido al director de la Compañía, dice tal que así:
“TEMA: revisar la clasificación de todos los expedientes de los servicios secretos sobre ovnis que afecten a la seguridad nacional.Visto así, tampoco parece que diga nada, pero para algunos es más que suficiente.
Tal y cómo he discutido con usted previamente, he iniciado (borrado) y he dado instrucciones a James Webb [director de la NASA] para desarrollar un programa de colaboración con la Unión Soviética de exploración espacial y lunar. Sería de mucha ayuda si pudiera revisar los casos estudiados que constituyan una mayor amenaza [para la seguridad nacional], para identificar los que son bona-fide y cotejarlos con los clasificados por la CIA y la USAF. Es muy importante establecer un clara distinción entre los casos “explicados” y “no explicados” por si los soviéticos pudieran malinterpretar nuestra amplia cooperación como una acción de espionaje encubierta contra sus defensas o su programa espacial.
Hecho esto, me gustaría que preparase un programa para compartir datos con la NASA donde los ‘no explicados’ son un factor. Esto ayudaría a los directores de misiones en sus responsabilidades defensivas.
Me gustaría tener un informe provisional sobre los datos revisados no más tarde del 1 de febrero de 1964”.
Pero ¿es auténtico el documento? Lester asegura que fue desclasificado en 2006 o 2007 y que él lo encontró por casualidad mientras investigaba para una biografía sobre Kennedy. De momento, según la periodista Natalie Wolchover, la carta tiene todas las papeletas para ser falsa. Aunque algunos no se lo crean, eso es lo que pasa cuando no se ha demostrado que algo es auténtico. Por lo menos en la Biblioteca JKF no guardan ninguna copia. El aspecto del documento, dicen en la institución, es bastante sospechoso.
Por cierto, de nuevo el documento no tiene nada. Lester, siguiendo la muy ufológica costumbre de ponerse una medalla a costa de otros, se olvidó de decir que la carta ya fue publicada en el libro UFO Sightings of 2006-2009, publicado el año pasado por el investigador Scott Waring. Por supuesto, Waring tampoco cuenta de dónde sacó el documento, de ahí la historia que se ha inventado Lester sobre la desclasificación. Waring parece un buen tipo, pero tiene sus cosas: se le va mucho la pinza. Su investigación se basa en el único testimonio de un (falso) astronauta, William Rutledge, que participó en la (inexistente) misión Apolo XX. La expedición encontró –dice- ruinas marcianas en la Luna. Vamos, lo mismo que cuenta J.J. Benítez del Apolo XI. A ver si se aclaran.
Aun así habrá algún misteriodista que diga que el documento podría “no ser falso” (que en su jerga significa, hay que creerlo a pies juntillas) pero si miramos el contexto, no cabe duda. Para empezar, lo de la colaboración con los rusos en exploración espacial está todavía por ver.
Además, la carta está relacionada con el llamado MJ-12, un grupo en la sombra del Gobierno americano que mantenía contactos con los extraterrestres, que nos visitan de cien en cien. Dado que el cargo de director del MJ-12 recaía en el presidente, es poco creíble que JFK pidiera un informe a nadie sobre ovnis mientras, por la otra línea, despachaba con Darth Vader. Aún así, algunos preferirán seguir creyendo.
¿Pero que pasó realmente en la Luna?
De momento seguiremos expeculando. Hasta la próxima. !Salud¡