domingo, 24 de febrero de 2008

NUEVO CAMPEON DEL MUNDO DE BOXEO


ACABA CON LA MARCA DE IBRAGIMOV Y REUNE LOS DOS TÍTULOS MUNDIALES

Klitschko nuevo campeón

Primera unificación desde que lo lograse Lennox Lewis en 1999

NUEVA YORK (EEUU).- Si alguno de los 14.011 espectadores que llegaron al Madison Square Garden pensó que iba a ver una pelea histórica dentro de los pesos pesados entre el ucraniano Wladimir Klitschko y el ruso Sultan Ibragimov, entonces se equivocó de cita boxística y de época

Un combate de unificación dentro de la categoría reina del deporte del boxeo en otra época sí tendría todos los elementos para hacer historia, pero en los tiempos gloriosos de los George Foreman, Muhammad Ali y Joe Frazier, e

ntre otros. Pero no en estos momentos de crisis completa, con pugilistas que no han aportado nada espectacular en su trayectoria profesional. Al final, simplemente hubo un ganador.

Le tocó el premio a Klitschko, que sin discusión fue el mejor sobre el cuadrilátero y así lo vieron los jueces, que también lo dejaron reflejado en las cartulinas para darle el triunfo por decisión unánime después de 12 asaltos en los que la verdadera acción brilló por su ausencia, con escasos y contados momentos de interés.

Su mayor envergadura, un directo que le trabajó bien y una izquierda que siempre le hizo daño a su rival, fueron armas suficientes para que Klitschko se hiciese con la victoria y dejase su marca en 50-3, con 44 por la vía del nocaut.

Klitschko, se mostró demasiado fuerte y alto para Ibragimov, quien rara vez le propinó un golpe, mientras que el campeón impuso su mejor clase y de ahí que defendiese con éxito su título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y le arrebatase a su rival el de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

"El resultado es lo que cuenta y me siento muy feliz de haber conseguido también el título de la OMB, porque fue el primero que tuve en el 2000 antes de perderlo en el 2003", destacó Klitschko. Sin embargo, nada de lo que se vio en el cuadrilátero gustó a los aficionados, que en determinados momentos, cuando la pelea no tenía acción alguna, abuchearon a ambos púgiles, a pesar que la mayoría de los aficionados eran rusos y de origen ucraniano.

Klitschko recurrió a sus ventajas de estatura y fuerza para eliminar todos los riesgos en su enfrentamiento con Ibragimov, que tampoco pudo contrarrestar la mayor velocidad de su rival. El campeón ucraniano mide 2,01 metros, al menos 15 centímetros más que su rival, a quien superaba también en peso, por unos 10 kilogramos, con lo que siempre estuvo en control de la pelea y sin generar ningún tipo de emociones fuertes ni de calidad.

"Soy consciente que tengo que seguir trabajando, pero también de que ahora mi próxima meta es mantenerme en la línea de ganar a todos mi rivales para completar la unificación de todos los títulos de los pesos pesados", subrayó el púgil ucraniano, que ha ganado ocho combates consecutivos. Pero el objetivo no será nada fácil porque para conseguirlo tendrá que superar antes a los rusos Ruslan Chagaev y Oleg Maskaev, quienes están en poder de los títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), respectivamente.

Chagaev, que se encontraba al lado del ring viendo la pelea, tendrá como próximo rival al desconocido Luan Krasniqi, mientras que Maskaev lo tendrá más difícil cuando se enfrente el próximo 8 de marzo en Cancún (México) al nigeriano Samuel Peter y el ganador tendrá que hacer una defensa obligatoria del título ante Vitgali Klitschko, su hermano mayor.

"No importan los rivales, lo que deseo es conseguir otros dos cinturones más de campeón", destacó Klitchko, que fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. "No me importa el dinero, como sucedió con la pelea ante Ibragimov, quiero poner en orden a los pesos pesados".

Sín un verdadero líder en 33 peleas por el título de campeón

Una meta que será causa perdida porque nada tiene que ver este tipo de peleas, la primera de unificación que se dio desde que en 1999 se enfrentaron en combate de revancha el británico Lennox Lewis y el estadounidense Evander Holyfield. Precisamente, desde que en el 2004 se retiró Lewis, quien al final se ganó el reconocimiento mundial de ser un auténtico campeón, la categoría reina del boxeo necesita con urgencia un verdadero líder, que hasta ahora no ha aparecido.

Desde que Lewis se retiró, las cuatro grandes organizaciones que rigen el mundo del boxeo han sancionado 33 peleas por el título de campeón, pero en ninguna de ellas se ha podido ver a un verdadero líder. El propio Ibragimov logró el título después de ganar al estadounidense Shannon Briggs y su última defensa fue contra el ex campeón Evander Holyfield, que peleo con 45 años, el pasado octubre.

Es muy difícil de explicar como un campeón del mundo de los pesos pesados con dos coronas en su poder no fue capaz de tirar ni una sola vez a la lona a un rival de 32 años y de mucha menos envergadura, sin pegada y muy poca agilidad en sus piernas.

De ahí que el menor de los hermanos Klitschko tenga como gran objetivo, al margen de poder unificar los títulos del peso pesado, conseguir al final el reconocimiento de que de alguna manera se le pueda llamar "campeón". Un imposible si a la memoria de los buenos aficionados al boxeo llega la comparación con peleas como las que protagonizaron los legendarios Ali y Frazier.


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