miércoles, 26 de diciembre de 2012

OOPARTS

OBJETOS ARQUEOLOGICOS FUERA DE LUGAR 

MARTILLOS, PILAS, BUJIAS, ESFERAS, BOMBAS DE ANTIMATERIA, BOMBILLAS..
 Que pensariamos si en una escavación aparecieran objetos que despues de su catalogación resultaran ser emulaciones de hallazgos recientes de nuestra tecnología. Olvidados en capas del subsuelo con una antiguedad de miles o millones de años....¿Imposible?
Pues no lo es. A estos hallazgos los americanos, tan dados a etiquetar, los llaman OOPARTS (Ouf Of Place ARTifacS) = Artefactos fuera de sitio.
Veamos algunos ejemplos ilustrativos. Claros aunque para algunos, controvertidos, se  prefieren cuestionar o esconder en museos olvidados y de poca importancia. O en los sotanos de los importantes para que no creen dolores de cabeza a la hora de las explicaciones. A nuestros sesudos cientificos...a algunos que presumen de serlo.
EL MARTILLO DE TEXAS
El artefacto apareció incrustado en el interior de una roca. La madera se encontraba petrificada y su cabeza de hierro fundida con la piedra que lo alojaba. Ante la escalofriante idea de que el martillo, para terminar en el interior de la roca, debía haberse construido antes de que esta se formase (unos millones de años atrás), los científicos decidieron olvidarla en el Museo Somerwell, de Texas. Posteriormente, análisis realizados sobre el martillo demostraron que el interior del mango estaba carbonizado y que la cabeza (perfectamente formada) había sido construida en hierro con un grado de pureza, solo alcanzable con tecnología moderna.
El mango del martillo muestra no haber estado exento en el proceso de “petrificación” que evidencian los árboles de los bosques texanos. El lento proceso de petrificación prehistórica ocurrida en dicha zona, según los geólogos, data de hace 140 millones de años.  La cabeza, según estudios del Instituto Metalúrgico de Columbia, está conformada prácticamente en un 97 de hierro puro, un 2 por ciento de cloro y un 1 por ciento de azufre. Asombrosamente también se comprobó que el hierro había sufrido un proceso de purificación y endurecimiento, propios de una metalurgia del siglo XX.
PILAS DE BAGDAG

Varias de estas vasijas fueron encontradas en una tumba en Khujut Rabu, ciudad parta de los alrededores de Bagdag. Los partos fueron unos feroces guerreros que vivieron entre el 250 antes de Cristo y el 230 despues de Cristo.

En 1938 el doctor Wilhelm, arqueólogo austríaco, al revisar material almacenado en una estanteria  del Museo de Bagdad, para unas obras de alcantarillado, halló una pequeña vasija que podría alterar  los conceptos aceptados hasta entonces, sobre el conocimiento antiguo.

 Era un recipiente de unos quince centímetros de alto de cerámica amarilla, fechado en unos dos milenios atrás, que contenía un cilindro hecho de una hoja de cobre de doce por casi cuatro centímetros. La costura del cilindro estaba soldada por una mezcla de estaño 60/40 similar a la que se usa hoy en día para soldar. El fondo del cilindro estaba terminado con un disco de cobre con los bordes doblados en forma de tapa y sellado con un material bituminoso como el asfalto. Otra capa de asfalto sellaba la parte superior, sosteniendo una varilla de hierro suspendida en el centro del cilindro de cobre. La varilla mostraba evidencias de haber sido corroída por un agente ácido. El doctor Konig tenía conocimientos técnicos que le permitieron darse cuenta de inmediato de que se hallaba ante una antigua pila eléctrica.

La antigua pila hallada en el Museo de Bagdad, Irak, al igual que otras que fueron desenterradas en ese país, está fechada en la época de la ocupación Partiana, entre 248 antes de Cristo y 226 después de Cristo. En el Museo de Bagdad el doctor Konig encontró, además, vasos de cobre cubiertos con una fina capa de plata que fueron extraídos de excavaciones en sitios sumerios en el sur de Irak, fechados en por lo menos 2500 antes de Cristo. Haciendo una leve incisión en estos vasos se descubrió una delgada pátina azul que es característica de los trabajos plateados por electrólisis sobre una superficie de cobre. Parecería ser que los Partianos podrían haber heredado sus pilas de una de las más antiguas civilizaciones que se conoce.

 Hace unos años se propuso que podrían haber utilizado uvas aplastadas como electrolito o quizá vinagre. Se probó una réplica de la pila de Bagdad con resultado positivo, obteniendo 0,87 V. Varias celdas en serie habrían dado suficiente potencial como para hacer el plateado electrolítico de pequeños objetos.
EL OBJETO O BUJÍA DE COSO
 El denominado objeto de Abel o de Coso  es un extraño objeto hallado el 13 de febrero de 1961 en las montañas Coso situadas al noreste de Olancha (California). Sin embargo no fue hasta 1969 en que la revista INFO (Informaciones Forteanas) de Paul y Ronald Willis publicó la noticia de su hallazgo, que la noticia salto a la opinión pública.

Mike Mikesell, Wallace Lanbe y Virginia Maxey estaban ese día buscando minerales en la zona para la tienda de regalos y piedras semipreciosas de la que eran propietarios LM & V.Rockhounds Gem and Gift Shop en la ciudad de Olancha. No era ésta una actividad inusual ya que con frecuencia recogían muestras minerales que, una vez analizadas, solían exponer y vender en su comercio.

El 13 de febrero recogieron una buena cantidad de minerales en la cima de una montaña de 1300 metros de altura que se eleva sobre el lecho seco de Owens Lake. Una de esas rocas era una geoda. Las geodas son rocas normalmente cerradas que están huecas y que en su interior suelen tener minerales cristalizados que pueden tener cierto valor. Al día siguiente, Mike Mikesell cortó la geoda por la mitad y ante su sorpresa, halló en su interior un objeto circular de algo parecido a la porcelana, con una varilla de metal brillante de unos 2 mm de espesor en su centro.
Al parecer, y digo al parecer porque, como se verá, pocas personas han podido ver con detenimiento el extraño mineral, no se trataba de una auténtica geoda pues su corteza exterior era de una especie de arcilla endurecida en la que se podían apreciar conchas fósiles, nada raro si tenemos en cuenta que el lugar del hallazgo estaba cubierto por las aguas en la antigüedad.

Lo realmente interesante sería la presencia de dos objetos supuestamente no magnéticos que asemejarían un clavo y una arandela. Desgraciadamente, esto no es visible en las escasas fotografías que han llegado hasta nosotros.

El objeto que se halló en el interior de la “geoda” era una varilla de metal brillante, como se ha dicho, de 2 mm de diámetro. Esta varilla estaba rodeada por una cerámica de unos 18 mm de grosor.

Cuando el objeto fue examinado por Paul Willis, a la sazón redactor jefe de la revista INFO apuntó la semejanza del mismo con una moderna bujía como las que utilizaban los automóviles, lo que indefectiblemente marcó posteriores apreciaciones del objeto. El propio Willis efectuó un  dibujo esquemático del interior de la “geoda”. Ciertamente examinando el objeto en su conjunto formado por la varilla metálica, un resto de cobre y un trozo de cerámica, da toda la sensación de ser los restos de algún artilugio eléctrico. De hecho, años después el Paul y Ronald Willis, a modo de experimento, serraron en dos una moderna bujía y hallaron que todos los componentes se parecían enormemente al extraño objeto de Coso.
El instrumento de Coso fue examinado por un geólogo que dictaminó que el envoltorio rocoso del objeto debía tener no menos de 500.000 años de antigüedad. Entonces hay que preguntarse ¿Qué hace una bujía en un estrato geológico de hace 500.000 años?

LA ESFERA DE UCRANIA

La esfera negra de Ucrania es posiblemente uno de los objetos más inquietantes de entre todos aquellos catalogados como Ooparts. ¿Una fuente agotada de energía de procedencia extraterrestre? ¿Un artefacto de antimateria para fines desconocidos? ¿Un aparato para comunicaciones extrasensoriales del pasado?… Las teorías que se plantean son muchas y diversas ante esta pequeña esfera de colores negruzcos  que fue encontrada en una mina de arcilla, en el año 1975, en las solitarias y frías tierras de Ucrania.

La esfera ovoide, fue hallada por un trabajador en una cantera de arcilla al oeste de Ucrania, a unos 8 metros de profundidad y en unos estratos datados de hace unos 10 millones de años. El hombre le dio un golpe para partirla y ver su interior, pero tan solo resquebrajó un poco la superficie. El interior parecía estar compuesto de una especie de cristal oscuro. Sin darle demasiada importancia al hallazgo, se lo regaló a su hijo a modo de juguete. El niño, tiempo después y perdido también el interés, lo dejó olvidado en el colegio donde un profesor lo encontró y lo llevó al museo de la localidad, donde se olvidó durante varios años, hasta que el profesor Boris Nikolayevich Naumenko, miembro del Instituto de Física de la Tierra de la Academia Rusa de las Ciencias, reparó en él e intuyó que aquella piedra era algo fuera de lo común.

De la mano de Naumenko, dos auténticas instituciones científicas: el doctor Menkov, del Instituto de Física de Moscú, y su colega Valentín Fomenko, de la Asociación Industrial y Científica “Soyuz”, se hicieron cargo de la investigación de este enigmático objeto.
La esfera tiene forma ovoide, el eje de simetría mide 8,75 centímetros, y el diámetro perpendicular de mayor longitud es de 8,47 centímetros. Su peso es de 617,22 gramos. Su densidad, de 1,934 gramos/centímetro cúbico es inferior a la del cristal, el cuarzo o la obsidiana.

Los estudios geológicos de antigüedad y el estudio de los estratos donde fue encontrada, dataron la piedra en una época cercana a los 10 millones de años de antigüedad.

El doctor Formenko llevó a cabo, con una unidad industrial de rayos X RUP 150/300, una radiografía de la esfera, comprobando que el núcleo, semejante a medio huevo, poseía una densidad menor que cero, es decir, se trataba de una masa negativa. ¿Estaban ante la primera muestra de antimateria de la historia?

Durante muchos años, decenas científicos han intentado crear de forma artificial núcleos de antimateria en laboratorios, pero nadie lo ha conseguido hasta el momento.

Los datos antes expuestos, unidos a que su supuesta antigüedad, están muy lejos del alcance de cualquier actividad humana, deja abierta la posibilidad de que fuera construida por una civilización desconocida hasta la fecha.

Obviamente, si se especula con la probabilidad de que la masa del núcleo sea negativa, los doctores rusos han llegado a plantear la hipótesis de que se trate de un depósito de antimateria, empleado –siempre hipotéticamente– como una fuente de energía.

La piedra se sigue estudiando, aunque por el momento, nadie se atreve a dar un veredicto sobre su procedencia o el posible uso que se le diera a este objeto. Todo son suposiciones ante una muestra más, bastante clara, de que hace millones de años, otras civilizaciones caminaban por nuestro planeta.

Y si en realidad estamos ante un depósito de antimateria… ¿Se podría volver a reactivar en algún momento?… o lo que es más inquietante, ¿Qué sucedería en este caso? Podría tratarse de un agujero negro que por motivos desconocidos se desactivó, o es posible que fuese dejado a propósito en este planeta con motivos oscuros y desconocidos. Mera especulación. Todo un cúmulo de dudas y preguntas, todavía sin respuesta.

LAS BOMBILLAS EGIPCIAS DE DENDERA
 Son varios relieves de piedra de los muros del tempo de Hathor en Dendera, Egipto. Muestran una serpiente que sale de una flor del loto dentro de algo que puede parecer una “gran bombilla”.

 Según los egiptólogos la serpiente saliendo del loto es una representación del dios Hor-sema-tauy, Horus unificador de las Dos Tierras.

 Algunos investigadores como Peter Krassa (Que ha conseguido reproducirlas en laboratorios como lamparas que dan luz) y Reihard Habeck apuestan por la interpretación de que son realmente bombillas eléctricas de gran tamaño, similares a los Tubos de Geissler, Tubos de Crookes o Lámparas de arco voltaico.
Un hecho que apoyaría la teoría de que los egipcios pudieran disponer de lámparas eléctricas es que se han encontrado pocos restos de hollín en los muros y techos de las construcciones. Los egiptólogos indican que se utilizaban antorchas y lámparas de aceite y que los egipcios pintaban siempre los techos en último lugar, lo que les permitiría tapar con la pintura los restos de hollín que pudiera haber.

 Algunos arqueólogos como Alfred Waitabus y John Harris afirman que los jeroglíficos que rodean a estas representaciones hablan del gran poder que posee Isis, de conocimiento y luminosidad.

Que le ha parecido---Cuando menos curioso. Pero hay más y lo dejaremos para otra entrega.
Corresponde al programa 3 de AREA RESTRINGIDA de pinfm.com. OOPARTS.
Hasta la próxima. Salud¡

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